Recapacitamos, sobre el estrés infantil.

Sobre cargamos a los pequeños.

Como bien indica el vídeo, en esta sociedad en la que vivimos actualmente nos hemos acostumbrado a secuenciar y organizar demasiado cada minuto de nuestra vida tanto que no nos damos cuenta en que podemos caer enfermo.

De esta manera esta costumbre de tener el tiempo completamente controlado y ocupado todo el tiempo, se la hemos querido imponer a los mas pequeños, haciendo que aparte de ir a la escuela, después de esta,tenerlos ocupados con mil actividades extraescolares que deberían servir como desfogue al terminar la jornada lectiva, pero se han convertido en todo lo contrario las usamos para hacer que el niño sea mas "valioso en un futuro" y lo único que hacemos es someterle a una carga de estrés, creyendo que si no llega a todas las metas propuestas no valdrá para nada.

Dicho esto, a veces por que el niño este tranquilo en su habitación bien jugando al ordenador o simplemente tumbado en la cama, no tiene por que ser signo de dejadez y abandono, hay que tener en cuenta que durante el día, en el colegio hacen demasiadas actividades y todas ellas para estimular sus conocimientos, y aun así se les pone una gran cantidad de deberes de cada asignatura que tienen que hacer en casa y entregarlos al día siguiente. Incluso a veces ni los profesores se dan cuenta que tienen niños y no maquinas.

Si para los adultos el habernos acostumbrado a este tipo de vida frenética, en el momento en que paramos caemos enfermos, imaginaros un niño si desde bien pequeño los ponemos al limite día tras día, y así hasta el día en el que terminen de trabajar.

En mi opinión considero que al niño se le puede tener ocupado haciendo deporte que es muy importante para su desarrollo y para la liberación de estrés, o tenerlo apuntado en alguna clase para que aprenda algún idioma, pero de ahí a llevarlos con una gran agenda que ni nosotros seríamos capaces de cumplir, no esta bien.

No olvidemos que al fin y al cabo son niños, y que tienen que disfrutar, ya llegará el día que no puedan para ni un minuto por que sus trabajos no se lo permiten, en este mundo tan sincronizado.